Celos-1024x400 Celos y Autoestima

Celos y Autoestima

El concepto que tenemos de nuestras capacidades y nuestro potencial no se basa sólo en nuestra forma de ser, sino también en **nuestras experiencias a lo largo de la vida**. Lo que nos ha pasado, las relaciones que hemos tenido con los demás (familia, amigos, etc.), las sensaciones que hemos experimentado, todo influye en nuestro carácter y por tanto en la imagen que tenemos de nosotros mismos. **Una persona con baja autoestima suele ser alguien insegura**, que desconfía de las propias facultades y no quiere tomar decisiones por miedo a equivocarse. Además, necesita de la aprobación de los demás pues tiene muchos complejos. Suele tener una imagen distorsionada de si mismo, tanto a lo que se refiere a rasgos físicos como de su valía personal o carácter . Todo esto le produce un **sentimiento de inferiorida** a la hora de relacionarse con otras personas está pendiente del qué dirán o pensarán sobre él, pues tiene un miedo excesivo al rechazo, a ser juzgado mal y a ser abandonado**.La dependencia afectiva que posee es resultado de su necesidad de aprobación**, ya que no se quiere lo suficiente como para valorarse positivamente. Los celos son su manera de controlar aquello que temen perder previendo en todo momento que la simple posibilidad de “abandono” no llegue a darse. Pero al contrario de lo que esperan, su constante control y desconfianza producen otro efecto. La persona víctima de los celos del otro, se siente cada vez más agobiada y necesita huir de tal aprieto. Los celos siempre acaban produciendo el efecto contrario del deseado: el receptor de los celos no aguanta más una fidelidad nunca creíble por más justificaciones que lleve a cabo y el celoso se siente atormentado por su fijación de ideas y desesperado cuando por fin la consecuencia previsible es la ruptura de la relación tan protegida. **Renovarse es vivir** Muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar el camino hacia una vida genuina y enriquecedora; debemos desprendernos de costumbres, tradiciones, recuerdos y temores que nos causan dolor y resentimiento. Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae. Somos libres y racionales y tenemos atributos de libertad para actuar, escoger entre el bien y el mal, tener exito o fracasar. Lo importante es la juventud interior y, para alcanzarla hay que tomar en consideración el terror a la vejez psicológica: esa parálisis general, la que deshumaniza la vida humana, esa que te lleva a la decadencia, al deterioro y te despoja de toda grandeza y dignidad. Lo fundamental es reevaluar las acciones y decisiones tomadas, y comparar y mejorar los obstáculos y reorientarse en los riesgos y desafíos. Es un reto que te permite renovar tu equilibrio, recuperar tu honor, dignidad y orgullo. Nos enfrentamos a las crisis, que son algo dolorosas y difíciles, pero que es necesario desafiarlas. Es actuar con libertad interior y exterior; con capacidad intelectual, moral, espiritual y física.