(acerca de la transmision del psicoanalisis) En ciertas parejas nunca es mejor el sexo como en la previa de la separación: a veces incluso la última noche fue de una intensa pasión. Sin embargo, no es raro porque esto implica que la pareja ya dejó de ser sintomática. Los síntomas que enlazaban al otro se desplazan, están en otra parte, quizá en la fantasía con otras personas. Por eso algunas separaciones pueden ser larguísimas y hasta hay todo un erotismo de la separación. Idas y vueltas, encuentros esporádicos para rever la situación, aclarar, probar, volver a explicar las razones por las que se separaron, evaluar volver a apostar, son modos eróticos de desplazar lo que ya no hay. Y, en la medida que ya no hay, no es dificultoso gozar. De hecho la pasión es, de un modo magnífico la prueba de la separación. “Recuperar la pasión” o “volver a encontrarse”, “tal vez más adelante podamos volver” “veamos qué va pasando y si algo cambia, a lo mejor vos estás” son frases comunes que reflejan situaciones sobre las que se alarga (goza) una separación. Esto indica que se desplaza el modo de gozar aunque en nada se modifique la posición deseante de los partenaires.