neuroespejo-1024x400 Neuronas espejo y empatía, uno de los mayores descubrimientos de la neurociencia

Neuronas espejo y empatía, uno de los mayores descubrimientos de la neurociencia

A menudo, no falta el científico o psicólogo que afirma con total seguridad que las neuronas espejo harán por la psicología lo mismo que el descubrimiento del ADN hizo por la biología en su momento. Cabe decir que sí, que saber cada día un poco más sobre neuronas espejo y empatía nos ayuda sin duda a conocernos un poco mejor, sin embargo, no debemos caer en el error de decir que son estos procesos en exclusiva los que nos han hecho “humanos”. Lo que somos en la actualidad, es el resultado de infinidad de procesos juntos. La empatía facilitó nuestra evolución social y cultural, pero no fue ni mucho menos el único determinante. Con todo ello queremos por tanto dejar claro que en lo que respecta a estas dimensiones de la neurociencia todavía existen algunos falsos mitos que es necesario descartar. No es cierto por ejemplo que las mujeres tengan más neuronas espejo que los hombres, de hecho, casi el 20% de nuestras neuronas son de este tipo. Por otra parte, tampoco existen estudios concluyentes sobre la clásica afirmación de que las personas con trastorno del espectro autista presentan una clara disfunción en sus neuronas espejo o que se caracterizan por tener una falta total y “absoluta” de empatía. No es cierto. En realidad, el auténtico problema estaría más bien en el aspecto cognitivo, en esa “teoría de la mente” donde la persona es capaz de inferir información, hacer una análisis simbólico y ejecutar a su vez una conducta acorde y ajustada al estímulo observado. Nuestros movimientos y la relación con neuronas espejo y empatía. Este dato no es muy conocido y es importante que lo recordemos. La empatía no existiría sin el movimiento, sin nuestras acciones, gestos, posturas… De hecho, al contrario de lo que podamos pensar las neuronas espejo no son un tipo específico de neuronas. En realidad son células del sistema piramidal relacionadas con el movimiento. Sin embargo, tienen la particularidad de que se activan no solo con nuestro movimiento, sino también cuando observamos el de los demás. Esta red de neuronas piramidales o neuronas espejo se localizan en la circunvolución frontal inferior y en la corteza parietal inferior, y está presente en muchas especies, no solo en nosotros. También los simios y nuestros animales de compañía como los perros o gatos pueden “empatizar” entre ellos y con nosotros. Personas conectadas por las neuronas espejo y la empatía La empatía, un proceso cognitivo esencial para nuestras relaciones. Las neuronas espejo nos permiten empatizar con quienes nos envuelven. Son ese puente que nos conecta, que nos vincula entre nosotros y que a su vez nos facilita poder experimentar tres procesos muy básicos: Poder conocer y comprender lo que la persona que tengo en frente siente o experimenta (componente cognitivo). También podemos “sentir” lo que esa persona siente (Componente emocional). Por último, y este tipo de respuesta requiere sin duda de una mayor sofisticación y delicadeza, podemos a su vez responder de forma compasiva, dando forma a ese comportamento social que nos permite avanzar en grupo.